Vivimos en un mundo donde la libertad es bien vista, donde el bien portado es bobo o mojigato y creemos que esos valores con los cuales fuimos criados se pierden en una sociedad contaminada, entonces sentimos miedo y pensamos que cuidar de nuestros hijos es imposible y se sale de nuestras manos.
Hoy te digo que esa idea es falsa, es difícil pero no imposible. Te contaré de esa mágica herramienta que utilizo a diario para cuidar a esas personitas que Dios puso en mis manos.
Cuando mi hijo mayor cursaba 11° grado hace dos años , vivimos una época de mucha angustia y preocupación en casa, pues en el colegio donde estudiaba mi hijo encontraron estudiantes consumiendo droga, muchos estudiantes se habían dejado untar por la temible droga, en ese momento por más espiritual que seas sientes miedo, angustia pues llegas a creer que todos son así, que ese hijo al que le has brindado todo puede estar en esa nube negra.
Un día muy cercano a lo sucedido le pedí a Dios fuerza y sabiduría para hablar con hijo, nos sentamos frente a frente y de una forma muy sincera le expuse mi preocupación, en ese momento su respuesta fue tan madura que no sabía si sentir pena o tranquilidad, este hijo con mucha paciencia me escucho y de una forma muy segura me dice: Mami tú tienes presente lo que me han enseñado desde pequeño?, - Tú oras por mí cada día ?, -Como crees que ha sido la tarea de ser papas?... me quede muy pensativa y a la vez admirada, el concluyo diciéndome: Mami los valores y el amor no se improvisa, tengo muy claro lo que quiero para mi vida y ustedes me han enseñado a amarme lo suficiente, remato su intervención diciendo: Tus oraciones cada día hacen eco en mí pues siento una gran compañía de Dios, sé que si fallo no solo les falto a ustedes sino a Dios. .En ese momento una gran paz invadió mi ser solo tuve fuerzas para abrazarlo y agradecer a Dios por ese bello momento.
Hoy te digo a ti mamá o papá que me lees en busca de una esperanza, que el arma más poderosa para cuidar a nuestros hijos es la oración, el amor y la confianza. Cuando crecen y es difícil tener el control de todo lo que hacen, nuestra mejor opción es ponerlos en las manos de DIOS. Entregárselos a El que todo lo puede, nunca te canses de orar por ellos, cada mañana, cada noche, cada instante que los traigas a tu mente bendicelos, cada vez que la vida te de la oportunidad de abrazarlos hazlo y en silencio ora por ellos, de esta forma, será más fácil sobrevivir en este mundo al revés.
Hoy mi hijo mayor un hermoso universitario, tan serio, tan responsable, tan lleno de Dios pero sobre todo tan confiado de la oración diaria de sus papas.
Un joven que vive el día a día lleno de tentaciones y de cosas que lo cuestionan pero con la capacidad de recurrir a Dios cuando lo necesita.
LA ORACIÓN DE MAMÁ SEGURO QUE FUNCIONA.
