miércoles, 23 de septiembre de 2015

Angeles

Hace unos años observaba por televisión un programa acerca de este tema que para mí en ese momento era de poca importancia, pero en realidad les cuento que llegó a tocar mi corazón y mi credibilidad. El programa lo dirigía una religiosa donde exponía en forma jocosa de como ese ángel de la guarda se convierte en ese guarda espaldas si tú lo permites y lo dejas actuar, ella recalcaba como los seres humanos desaprovechamos esa oportunidad de tener esta protección 24 horas al día ya sea por desconocimiento o simplemente por no creer.

En mi cabeza este tema rondó unos días y decidí poner en práctica todo aquello que logré entender y aprender en dicho programa, busque y leí más sobre el tema y empecé por ponerle un nombre a mi ángel de la guarda y tener una comunicación más frecuente con él, encomendarle algunas de mis tareas que por uno u otro motivo presentaban piedras para realizarse, pero les cuento que la prueba mayor de toda esta historia la viví con una amiga muy cercana quien en un momento adecuado me llamo muy mal, porque su hijita de apenas 3 años estaba muy enfermita y ya los médicos no daban con un diagnóstico, en ese momento recordé que aquella religiosa con mucha seguridad invitaba a invocar a ese ángel de la guarda por su nombre en casos de enfermedad u otro problema, yo simplemente le transmití este mensaje a mi amiga en vista de su desesperación, la oriente de como y que debía hacer pero la sorpresa la obtuvimos las dos, ella en la madrugada y yo al siguiente día.


Ella junto a la cama de su hijita oró incansablemente a su ángel de la guarda por su salud, en la misma habitación dormía su otro hijo de 6 años, todos se quedaron dormidos especialmente aquella madre que en medio de llanto pedía sanación, al otro día muy temprano el niño mayor le dice: " Mami te quedaste dormida, pero mi hermanita no estuvo solita, un niño con unas alas muy grandes y muy brillante cuidó y la acompaño toda la noche", ella en medio del asombro le hacia preguntas al niño quien en un momento de la noche  despertó  y observo lo que le contó a su mamá, ella trataba de encontrar excusas para no creer pero finalmente llegaba a la misma conclusión, era ese ángel de la guarda del que hablamos las dos, su hija amaneció perfectamente de salud y muy animada, esta mamá solo me agradecía por aquel consejo oportuno que de ahora en adelante cambiaría su vida espiritual.

Hoy les comparto esta experiencia para invitarlos a hacer parte de su vida a ese ángel que Dios te dio, ese ángel que día a día espera una palabra o una súplica, de mi parte les cuento que lo práctico en mi diario vivir y cada día acudo a El para que se comunique con los ángeles de mis hijos y cuide de ellos y estoy segura de que muchas experiencias en mi vida ellos han sido autores intelectuales.
No creas solo experiméntalo y tu misma experiencia te hará creer.

viernes, 21 de agosto de 2015

Una segunda oportunidad.


A los 7 años de matrimonio empezó nuestra crisis matrimonial, la distancia no solo de almas, sino de cuerpos, esto nos hacia vivir en un mundo lejano para cada uno, vivíamos en una llamada: Soledad acompañada. 
Teníamos nuestro hijo mayor que en ese entonces tendría 6 años, mi esposo trabajaba mucho para darnos todo lo que necesitábamos materialmente pero su presencia en casa era nula, salía muy temprano en la mañana y regresaba muy tarde en la noche; veía crecer su hijo horizontalmente pues siempre estaba dormido, yo por mi parte me volví una mujer auto suficiente, todo lo podía, todo lo hacia, todo lo resolvía, era bonita, profesional, inteligente, no necesitaba nada de él, que gran error.

Con el tiempo nuestra distancia fue mayor y otros intereses llegaron, otras amistades, otras ocupaciones y caímos en la espantosa rutina que solo nos reunía para discutir, gritar y maltratar. El dolor y el rencor empezó  a apoderarse de nuestro matrimonio. Aquella ilusión vivida una vez ante el altar estaba destruida, la tristeza era mi mayor compañía.  Un día después de mucho tiempo de hacernos daño me acorde que Jesús existía y clame a Él una segunda oportunidad, le pedí que me mostrara una verdad ante mis ojos para poder descubrir que pasaba, el porqué mi matrimonio se derrumbaba y muy a pesar de que nunca estaba ese ser divino como prioridad en nuestro hogar Él me escucho y empezó hacer su obra, pero a su manera que tal ves no era la mía o la que yo esperaba.
Un buen día mi esposo muy contrariado y confundido me hace una llamada para decirme que ya no me amaba, que necesitábamos hablar, que debíamos separarnos, en ese momento tuve miedo pero recibí una fuerza que me permitió confrontar aquel sentimiento, nos dijimos, lloramos pero había algo que no nos dejaba tomar aquella cruel decisión, solamente sé que después de estar en un terrible desierto surgió la idea de acudir a un encuentro de parejas que cambiaría nuestras vidas, en mi cabeza retumbaba esa segunda oportunidad que había clamado.

Fue un proceso todo lo que nos sucedió pero ese cambio empezó desde aquella noche que ambos nos dejamos tocar por ese ser Omnipotente que nos amaba y que nos miraba con misericordia.

Nuestras prioridades cambiaron desde ese entonces hasta la fecha ahora son: Dios, familia y trabajo antes era lo contrario, esta ha sido uno de nuestras grandes herramientas, otra es esa oración personal, conyugal y familiar donde involucramos a nuestros hijos y la más importante después de recibir ese milagro en nuestro hogar es que ahora ayudamos a más familias  a salvar sus hogares ahora mi familia y yo servimos al Señor con todo nuestro corazón, devolvemos aquel regalo maravilloso que Dios hizo en nuestras vidas, llevamos una voz de esperanza en esa segunda oportunidad.


Hoy te digo por más grande que sea tu problema conyugal nada es imposible para Dios, cada dificultad, cada tristeza, cada desanimo puede cambiar si acudimos a Él, lo único que necesitas es tomar la decisión, pedir ayuda y creer. 

miércoles, 12 de agosto de 2015

El Milagro de la oración de los padres por sus hijos.




Hace un año mi hijo mayor de 16 años se encontraba con unos amigos paseando en un carro de golf, en este auto pequeño e indefenso, allí se habían subido tres muchachos que con sus locuras no miden consecuencias, al recorrer el campo a una alta velocidad el carro perdió estabilidad y rodaron por una loma, mi hijo fue el más perjudicado ya que él iba en la parte trasera del carro, los otros muchachos solo tuvieron raspadas, mientras que mi hijo tuvo una luxación de cadera, en ese momento del accidente y en vista de la gravedad mi hijo me hizo una llamada diciéndome que se había caído y que le dolía mucho su pierna, en medio de su gran dolor saco fuerzas para avisarme, su papá y otros amigos corrieron a auxiliarlo pues quedaba retirado de donde estábamos mientras tanto yo con una preocupación y dolor gigante en el silencio de mi corazón oraba, en ese momento empezó nuestra gran prueba de fe.  Mi hijo sufría a lo lejos un episodio de fuerte dolor y yo lo sentía pero me sostenía ese Dios, la ambulancia llegó para llevarlo a la clínica pues necesitaba cirugía, mis amigas las que quedaron conmigo me acompañaban en la oración y esto me sirvió para coger fuerzas y salir al reencuentro de mi hijo. 


Llegue a la clínica tipo 10 de la noche, el accidente fue a las 6:00 p.m a esa hora encontré una iglesia cerca de la clínica, pero ya estaba cerrada, junto con mi esposo nos arrodillamos tras las rejas e imploramos a nuestro Señor su intercesión, como cosa de ángeles una clínica saturada de pacientes pero a él lo pasaron de una vez, mayor sorpresa cuando el médico especialista que lo iba a revisar era un gran amigo de mi esposo, por lo tanto, este médico con urgencia solicito exámenes, pero solo necesitaba observar en una radiografía que no hubiera fractura, ni fisuras para evitar abrirle gran parte de su pierna y empezamos a sentir la presencia de Dios, radiografía a favor, se le practicaría solo una reducción cerrada, Dios empezaba a oír nuestras plegarias aun teniendo nosotros conocimiento que ya había tocado su vida al protegerlo de algo más grave.


Mi hijo un joven tenista que desde sus 12 años practicaba este deporte, ya en campeonatos y torneos, su vida comenzaba a complicarse, era algo que lo lastimaba y deprimía pues un médico le había dicho que quedaría lisiado de por vida, que este tipo de lesión era muy difícil de corregir pero continuamos nuestro acto de fe, se realizó el procedimiento y todo salió satisfactorio, al otro día le dan la salida y las recomendaciones medicas fueron claras 6 meses mínimo sin jugar tenis, 3 meses en muletas y 3 de terapias, para uno como padre lo importante era verlo con vida pero para aquel hijo sus sueños se destruían, lloro, renegó y también aprendió de esta situación pero como familia nos tomamos de la mano y comenzamos su recuperación. Diariamente en el sagrario pedíamos la sanación de su pierna y cadera, cada ligamento, cada musculo restaurándolo y sin dudarlo El escucho nuestras plegarias, al mes del accidente le realizaron la primera radiografía y salio perfecta, la llevamos al médico y al ver tanta perfección no creyó, solo le quito muletas pero le dijo que otro mes sin deporte, nosotros solo sonreíamos pues lo teníamos claro, al mes volvimos y la radiografía intacta, todo en su puesto, simétrico y sin rasgos de lo que había sucedido, el doctor no tuvo otra opción solo creer que un milagro había sucedido, muy sinceramente nos decía que una lesión de esa magnitud el tiempo de recuperación eran mínimo 6 a 8 meses pero que en este caso a los dos meses nuestro hijo podía correr y seguir con su vida normal, volver a sus practicas de tenis, solo gratitud a mi Señor.


Amigos a veces la vida nos pone pruebas, pruebas duras, pruebas de fe y casi siempre nuestra opción es la duda y más al ver sufrir a lo más amado de nuestras vidas: los hijos, acudimos a otras cosas para sentirnos escuchados pero dudamos de ese hombre que dio la vida por nosotros y que diariamente nos espera en el sagrario, en estos casos unámonos como esposos y oremos incansablemente por esa necesidad y de seguro  serán escuchados, hoy mi hijo lleva una vida normal y con su fe firme en su corazón pues tiene muy claro el artífice de su sanación.

miércoles, 1 de julio de 2015

El silencio entre los esposos.

A lo largo de mi relación he aprendido junto con mi esposo que el silencio entre la pareja no solo mata el amor sino crea barreras que nos alejan el uno del otro cada día mas, una de esas barreras son esas conductas que en forma egoísta alguno de los dos lleva a cabo debilitando la unidad conyugal, conductas de desinterés, apatía, perdida del amor ,esposos distanciados que optan por el silencio no solo de días, meses sino hasta años cortando todo contacto físico y verbal, llevando cada uno su propia vida, esto trae resultados prontamente y es así como de la forma más fácil le damos la bienvenida a nuestro peor fracaso, el fracaso del matrimonio,  se crean hogares fríos, tristes, desunidos, indiferentes dando paso al divorcio no solo físico sino espiritual. Ese silencio que aveces con el pasar del tiempo se nos hace normal pero que provoca no solo daños personales sino daños en esos seres  amados " nuestros hijos" que de alguna u otra manera imitan conductas en este caso el reservar demasiado su propia vida y no tener ningún interés de compartir su diario vivir.
Hoy te invito a que rompas esas barreras y sientas la necesidad de comunicarte, de expresar sentimientos, compartir ideas, esa relación requiere del esfuerzo de ambos para no dejar agotar el amor, ese amor que al estar ahí nos da la fuerza para superar obstáculos, miedos, crisis, abriendo caminos de esperanza teniendo presente que para construir una hermosa relación solo necesitamos una comunicación sencilla, sincera y oportuna.

martes, 30 de junio de 2015

Luz en medio de la oscuridad

Todos en algún momento hemos pasado momentos duros, que nos llenan de temor, desilusión y confusión, la vida en ocasiones nos golpea, nos golpea tan fuerte que creemos no ser capaces de seguir, miramos al cielo y nuestro pensamiento es: me dejaste solo ... ese sentimiento de abandono nos embarga y la fe tambalea, nos abandonamos nosotros mismos, lloramos, sufrimos y creemos que esa es la solución, pero sin más ni que esa luz aparece , esa esperanza en tu corazón que sin entenderla te empuja a seguir, ese deseo de confiar de nuevo pero sin temor, esa luz ya sea por medio de ese amigo, de esa frase, de ese texto , de ese blog, de muchas cosas que te hablan y lo tomas como coincidencias en tu vida pero no lo son , son Dioscidencias , ese ser superior que sin que tu lo notes esta ahí ahí muy juntito a ti, que respira contigo, camina contigo pero sobre todo sufre contigo, ese amigo fiel que nunca te abandona, todos te fallan pero El no y entonces te preguntas si esta conmigo porque esta prueba? y recaes en tu fe, pero hoy te digo las pruebas nos hacen fuertes , nos hacen mas humanos y El no nos envía a fallar , El nos envía  a ser felices pero nosotros solitos nos complicamos la vida.
Hoy te invito a que mires muy adentro de tu corazón y trates de ver esa luz en medio de tu dificultad, mira esos recuerdos lindos que en algún momento quedaron grabados en tu corazón y veras como ese momento de alegría cambiará  tu semblante y empezarás a descubrir que la vida es más que una queja, más que un problema , más que un no puedo, la vida es ser fuerte cada día y levantarme para decir aquí estoy y empezar el día con la convicción que nunca estaré solo.